Este fin de semana pasado fue el día de San Valentín, y en señal de protesta, algunos decidimos hacernos regalos entre nosotros aunque no tengamos pareja.
Pues bien, no es por fardar, pero mí me han hecho el mejor regalo del mundo. Es un vídeo que hace que recuerde que estoy rodeada de personas maravillosas que me quieren y me cuidan y que, aunque suene cursi, no podría vivir sin ellas.
La verdad es que paso de que esta sea una típica entrada de niñata que agradece a sus amigos lo buenos que son con ella y lo mucho que le chupan el culo, pero sí es cierto, y sin caer en el tópico, que ese vídeo me ha demostrado que con poco se puede hacer mucho, y que, realmente, lo que importa es la buena compañía para pasarlo bien, ya que, al fin y al cabo, esta gentecilla casi me ve más horas al día que mis padres (y no me han acuchillado todavía por quejica), y estoy cien por cien segura de que, esté donde esté el año que viene, ellos estarán en mi corazón, porque todas esas idioteces que hacemos y las risas que vivimos no se olvidan fácilmente, porque llevan la firma de unas personas que tampoco se olvidan.
En definitiva, y para acabar con este enorme pastelosismo y cursilería, quiero agradecerles no solo las ocasiones especiales, sino más que nada el día a día, porque gracias a ellos soy un poco más yo.
P.D.: Mención especial al creador del vídeo. Te lo has currao'. Te perdono la deuda de ponis. <3
Lulú
No hay comentarios:
Publicar un comentario